En momentos de tribulación lo mejor es esconderse en la nada. Recogerse sentado sobre las piernas y llorar hasta que las lágrimas lleguen al mar. Contemplar el aire. Sentir la respiración y cada latido que nos mantiene vivos, aunque no sepamos bien por qué. Abandonarse y sangrar el dolor en silencio. Escuchar y preguntar a nadie un por qué, o un cómo. Mirar al pasado y plantearse el futuro. Demorarse en este presente que parece fuera del tiempo.
Los minutos pasan mudos apoyados en una columna de marmol. Y mi interior susurra esa entonación árabe que desgarra mi sinrazón. Como hoja al viento, me dejo arrastrar por la marea de este silencio hasta que consigo sosegar mi aliento y soltar la angustia que me oprime. Pierdo la noción del tiempo. Pierdo la percepción de mi misma por unos segundos. Y el mar me lleva lejos... y camino dirección a la oscuridad del mundo.
Sueño que sueño, y cuando despierto de este letargo, el cosquilleo de mis piernas dormidas me recuerdan que ya es hora de levantarse de nuevo. De mirar nuevamente alto. De mantenerse en pie y caminar.
...no tome desicion...
ResponderEliminarEspero que sea uno de los posts pendientes, que te depara el futuro??
Por cierto, las fotos donde son?, estan preciosas
Kss
Ya solo horas
La primera foto es de la Sehitlik-Moschee (Mezquita) en el parque de Tempelhof. El resto de las fotos son de una mezquita que han construido recientemente al lado de mi casa, que se llama Omar (Ibn Al-Khattab) Moschee. ¿Precioso verdad? Ya sabes que me tira...
ResponderEliminarQue maravilla las fotos de la mezquita.
ResponderEliminarComo te tira verdad?... será que en alguna vida anterior estuviste ligada al mundo arabe?
Ya falta poco, tic...tac