Y la experiencia llega a su fin...
¡De vuelta a casa!
19 de diciembre: Berlin -Madrid (07.25-10.50h) - por EasyJet.
21 de diciembre: Madrid - LPA (12.50-14.50h) - por Ryanair.

9 de octubre de 2012

Un peso encima



Unos sudores frios le recorren medio cuerpo. Camina apresurada, y con la respiración entrecortada. Agitada intenta caminar rápido para llegar cuanto antes a su destino, pero no puede. Intenta concentrarse y olvidar el mal que le impide continuar. Pero no puede dejar de retorcerse y sentir esos escalofríos inoportunos y desagradables.

Se tiene que parar y apoyarse en el primer portal. No aguanta más. Es peor que un vahído, y malamente da un paso detrás de otro. Un señor que pasa le pregunta si se encuentra bien y ella consigue decir entre dientes que sí. Pese a la vergüenza, su piel sigue pálida como el papel. Se pone en marcha nuevamente, no se le ha pasado lo más mínimo el malestar, pero quiere llegar, y cuanto antes.

Son los minutos más largos de su vida, sin duda. Y, hoy, el camino parece el más largo maratón que se haya decidido hacer nunca.

Por mucho que intente desviar su pensamiento, su mente, su malestar ¡tiene unas ganas terribles de bajarse los pantalones en el primer parterre que encuentre! Le duele la barriga de una forma inhumana. El bajo vientre lo tiene hinchado, y se le retuerce por dentro con maldad, como pellizcándola. Y la tortuguita de su trasero tiene unas ganas horribles de salir de su caparazón. 

Mientras, de camino, sólo reza para que nadie haya ocupado el baño, y de que no haya nadie que pueda escuchar sus fuegos artificiales.

Pero, como en la vida, el camino no va a ser fácil. De pronto se plantan delante de ella dos turistas inoportunos que le preguntan, con mapa en mano, dónde está un lugar. Los espanta como puede, y sigue su eterno camino.

¡Por fin! Ya sólo tiene que bajar unos cuantos escalones para llegar al paraíso. Con el apuro se medio tropieza pero sale airosa. Deja el bolso de un vuelo, y corre hacia el trono que la espera como a cual reina. 

¿Qué demonios tiene dentro? Por suerte, estos se pueden tirar con una cadena.

6 comentarios:

  1. JAJAJaj así llego yo muchas veces a mi casa...uff que alivio...

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  2. Muy gráfico el tema de la tortuga... la historia podía terminar mas divertida y como diría aquel...sigue la linea canela... ;-)

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  3. Pero qué porquería es esta???? Jajajaja! Lo de la tortuga me ha dado verdadero asco. Tu lírica se está yendo por unos derroteros muy extraños!!

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  4. JAJAJA! qué porquería es esta dice! Lo que me reí fea... JAJAJ!! Ya estoy viendo tu cara... Lo de la tortuga es un dicho popular que he utilizado en mi lírica experimental... ;) Una lirica "intestinal".

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