El domingo pasado hizo el último día caluroso del año, y aprovechando los veinte graditos de despedida, me fui con Ingo de excursión en Bici a la frontera con Polonia, un sitio llamado Schwedt.
Café mientras preparamos la estrategia. |
Schwedt: a hora y media en tren desde Berlin |
Como ven nos hizo un día precioso. El camino sencillito, casi todo plano. El paisaje muy bonito y tranquilo. Pero, eso sí, comimos telas de araña a tropel. ¿Ven en la última foto como un pelo? Pues no, no es mi pelambrera, es que curiosamente el ambiente estaba repleto de telas de araña. Pero no de las de toda la vida, que van de un árbol a otro, ¡no! Las telas o hilachas ¡estaban por el aire! Incluso llegué a ver una hilacha enorme con tres arañas colgando, dejándose llevar por el viento. Miren, no se ve muy bien, pero fíjense en el césped...
Lo que se ve brillante en medio de la foto a lo largo del césped son todo telas de araña. |
Bueno por este punto más o menos me metí un leñazo... Yo mirando para otro lado, Ingo se me cruzó, yo no lo ví y no frené a tiempo, y... catapum! Fue una chorrada, porque no iba rápido ni nada, pero besé el suelo (todavía lo reproduzco a cámara lenta en mi mente... jarl!) y me hice daño en el ñoño ;( Me miré todo, me repuse y continuamos sin problema.
Y después de una primera vuelta por la orilla alemana del río Oder, ¡saltamos a Polonia!
Creo que sólo estuvimos en el kilómetro cero, ¡pero oye! pise tierra polaca! Y bueno, no sólo pisé la tierra, también la besé, porque debe ser que una caída me parecía poco... y decidí que quería comerme una acera polaca ... ejem... Y como me caí por el mismo lado, me volví a machucar el mismo ñoño... Ahi ya me quedé tocada... Y, efectivamente, cuando llegué a casa y me quité el calcetín, ya empezaba a dislumbrarse un moratón en el juanete...
Nos paramos en un barucho para comer algo:
Y nos hicimos amigos de una pareja. ¡Qué risa de mujer! Super abierta, con unas ganas de hablar terribles, cariñosa y generosa, vamos! ¡¡que nos quería pagar lo que comimos!!
Ya después se nos echó la noche encima, nos dirigimos al tren, yo echa polvo y con la neura de que me iba a caer otra vez (!). En definitiva, casi 35 km!!
Así que como ven, ¡¡un domingo movidito!! Algo distinto, de relax a la vez que agotador y con unos cuantos moratones de recuerdo... que tengo las piernas, que parece que fui a la guerra!!
¡Me encanta! |
Creo que sólo estuvimos en el kilómetro cero, ¡pero oye! pise tierra polaca! Y bueno, no sólo pisé la tierra, también la besé, porque debe ser que una caída me parecía poco... y decidí que quería comerme una acera polaca ... ejem... Y como me caí por el mismo lado, me volví a machucar el mismo ñoño... Ahi ya me quedé tocada... Y, efectivamente, cuando llegué a casa y me quité el calcetín, ya empezaba a dislumbrarse un moratón en el juanete...
Nos paramos en un barucho para comer algo:
Y nos hicimos amigos de una pareja. ¡Qué risa de mujer! Super abierta, con unas ganas de hablar terribles, cariñosa y generosa, vamos! ¡¡que nos quería pagar lo que comimos!!
Ya después se nos echó la noche encima, nos dirigimos al tren, yo echa polvo y con la neura de que me iba a caer otra vez (!). En definitiva, casi 35 km!!
Ruta. |