Invitada especial: Silvia (I)

Y hoy tenemos de invitada especial en el blog.... (sí, lo sé... con un poco de retraso): ¡a Silvia! Para quien no la conozca, es mi prima, jajaja. Y como ven, con la visita me trajo un poco de sol canario. ¡Qué gustazo! Bueno, y ambrosías Tirma! y ¡¡¡Queso del rico rico!!!

Para empezar el largo día de turismo por TODO Berlín, hacía falta un desayuno en condiciones. Esto, Yoli y Alfonso, es para que vean que alimenté a la niña! ;) jajajja.

Pero, por una vez me voy a callar yo. Voy a dejar, que como invitada especial, hable ella en el blog. ¿Quieren oirla? Escuchen y vean (¡que ya la mayoría lo podrán reconocer!).

En mi vida había aprovechado tanto un viaje. ¿Una palabra para describirlo? ¡AGOTADOR! (Lo siento, necesito intervenir otra vez!!! Esta visto, no me puedo callar... Lo confirmo. ¡Agotador!). Y es que es así como realmente han de ser los viajes: agotador de caminar, agotador de aprender, agotador de conocer, de disfrutar, de reir. Como ven, ha sido un viaje corto, pero intenso. Y es que, con esta prima que tengo, ¿¿¿como no va a ser intenso??? Ya desde el primer día me tiene de aquí para allá, que si vamos a la Fernsehturm, que si vamos a Alexanderplatz...

Fuente de Neptuno. Alexanderplatz.

Marx-Engels Forum (Parque).

que si vamos a la Berlinr Dom...

que si vamos al Museum Insel...

Interior de la Catedral. ¡Precioso!

... en el pensamiento...

¿Quieres ir al baño? ¡Pues paga 40 céntimos!

Cripta.

De camino a lo alto de la cúpula.

Para la violista, ¡ángeles músicos!

a la Neue Wache...

a la Humboldt Universität...

"Los filósofos sólo han interpretado el mundo de diferentes formas, pero depende de tí el cambiarlo". Karl Marx
-¿Está bien traducido prima?-

Como no... Música, ¡siempre música! Me encanta la foto prima!!!

al Gendarmernmarkt...

¡a la puerta de Brandenburgo!

que si al museo a los judíos...

a la Postdamer Platz...

al Sony Center...

Y todo esto en un sólo día...

Exacto, en un sólo día. ¡Molidas! acabamos. Y eso ya lo digo yo, que aquí se acaba la intervención de mi invitada por falta de palabras. Después, para terminar de rematar el día, quedamos con Gabriel y nos fuimos por mi barrio a cenar y tomar algo por el típico bar berlinés: un antro oscuro iluminado con velitas, mesas descascarilladas, sillones caseros y paredes empapeladas.

Y como Silvia debe ser que todavía tenía energía en el cuerpo, un mini repaso de viola al llegar a casa... ¡Qué guapa!

 Gute Nacht!