Y la experiencia llega a su fin...
¡De vuelta a casa!
19 de diciembre: Berlin -Madrid (07.25-10.50h) - por EasyJet.
21 de diciembre: Madrid - LPA (12.50-14.50h) - por Ryanair.

16 de febrero de 2012

Curry...

Entró con paso indeciso. No había probado nunca ese lugar, la habían invitado un par de veces, pero ella había rehusado. Sin embargo, después de varios años pasando por delante de esa puerta, sentía una pequeña tentación. Y, por fin, ese día de mayo decidió cruzar el umbral de ese lugar atractivo, oscuro y misterioso.

Por fuera parecía colorido y desprendía un agradable olor que ascendía hacia su cerebro o, quizás, que descendía hacia su estómago... Sin embargo, una vez dentro, todo parecía más discreto, más reservado, más tímido... Quizás porque siempre pasaba por delante de noche, con el barullo de la gente y las luces rojas-anaranjadas, que ocultaban su otra cara. Decorado con telas sedosa colgadas de las paredes, lamparas morunas y velas que seguro habrían apagado y encendido mil historias...

Se sentó inquieta y, a la vez, atrevida. No sabía qué pedir, no sabía qué probar... "Déjate llevar y disfruta", le repitieron con cierto brillo en los ojos. Era toda una nueva experiencia para su inexperto y memorioso paladar. Y eso intentó.

Al principio parecía que no hablaban el mismo idioma pero consiguió hacerle entender que era la primera vez que iba a probar un hindú y que necesitaba que le llevaran de la mano por los sabores y colores de su menú.

Ella, todavía no lo sabía... pero había algo en los ingredientes que la cautivarían. Un toque suave pero intenso. Una especia que la atrapó no sólo con su sabor, pero con su olor. Eso era, sobre todo, por su olor. ... Un olor que cada vez que llegaba a sus orificios nasales la llevaban de ida y vuelta a la India. Un olor que cada vez que llegaba a su cerebro le causaba un escalofrío eléctrico por su sistema nervioso. Algo inexplicable. Algo inesperado...

Un sabor que sus papilas gustativas se resistían a aceptar. Una sensación que su lengua saboreaba con miedo. Una impresión que sus labios buscaban con ansia y, a la vez, evitaban con pudor.

Y, así, se descubrió enganchada a ese valle asiático donde las emociones se le mezclaban. Dónde, por alguna razón, encontraba paz para su alma. Una paz que se convertía en escalofrío cada vez que probaba esa salsa adictiva...

Adictiva por las tan diversas sensaciones que le hacían experimentar. Unas veces era picante como la cayena o el ají, otras intenso como la cúrcuma, otras aromático como el fenogreco, relajante como la canela, amargo como el azafrán, agridulce como la mostaza, estimulante como el jengibre, dulzón como el comino, a veces doloroso como la nuez moscada o cicatrizante como el apio...

En definitiva, era una salsa que revoloteaba desde lo más banal en su plato hasta su alma confusa.

15 de febrero de 2012

Cuentos desde dentro


Retrocedamos mes y medio atrás...
- "¿Tú también eres nuevo aquí?"
- "No". 
- "Ah... te lo pregunto porque no te había visto antes... ¿estabas de vacaciones?"
- "¿Por qué lo dices, porque estoy muy moreno?" - ¡¡es negro!!
Me costó pillarlo, pero cuando las palabras llegaron a mi cerebro: 
- "¡¡¡JAJAJAJA!!!"
Así es Biscmarck, puro cachondeo. Y sí, han oído bien, Bismarck... yo tampoco me lo creí el primer día.
- "Venga en serio, cómo te llamas..."
- "Bismarck".
- "Sí venga... ¿cómo te llamas de verdad?".
- "Que sí, que me llamo Bismcark. Bismcark Kässe".
- "¡¡Sí claro!!", mientras me río. Y es que Kässe en alemán, significa queso.
Pues sí, se llama Bismarck y Kässe y, también está retostado por el sol, ¡jajaja!

Ya es media mañana, y me toca chequear las habitaciones (lo del polvo y las motitas en el espejo). Y de pronto cuando abro una puerta, me veo a Bismarck acostado en la cama... ¿Y esto? Corriendo lo despierto. 
- "¿¡¿Pero que haces ahí?!? ¿No ves que has arrugado toda la cama? ¡¡Levántate corre!! Que como venga Frau Maulick...". 
- "No pasa nada...", mientras se despereza. 
(...)
Y claro, como era de esperar, en una de esas ¡entra Frau Maulick! Yo, salgo envuelta en una toalla blanca:
- "Frau Maulick, estaba aprovechando para darme una ducha... que con tanto polvo...", le digo un poco asustada.
- "No pasa nada".
Después ya no recuerdo qué más pasaba en el sueño. Sólo sé que me levanté partiéndome de risa con esta ocurrencia onírica. 

Tengo que comprobar algo en una habitación, y veo que está abierta, la Zimmermädchen está  limpiando. Pero cuál no es mi sorpresa que cuando entro por la puerta, ¡me veo a la chica de la limpieza sentada en el váter haciendo pis! ¡¡Y esto no es un sueño!!
- "¿¡¿Pero por qué no cierras la puerta?!?"
- "Porque así si entra alguien veo que viene...", me dice en un alemán avietnamizado.
- "¡Ya! ¡y el que entra también te ve!"
- "Perdón, perdón, perdón..."
- "Qué no se vuelva a repetir, por favor, que entra un cliente... ¿y qué haces?".

Después de limpiar manchas de las paredes, de acabar de lavar todas las cortinas y de lustrar los muebles... Me ha tocado descalcificar (vamos, quitar la cal) de todos los filtros de los lavamanos del hotel. Me toca la habitación #419:
- "Toc toc toc, ¿Housekeeping?" - repetimos el proceso- "Toc toc ...". El cliente me abre la puerta y se empieza a partir de risa... Yo le miro, y me recuerda a un cliente al que ayer le toqué la puerta a diferentes horas con la mala pata, de que siempre estaba en la habitación... Y pensando que es el mismo señor me empiezo a reir yo también. Después de un intervalo de carcajadas "extrañas", se me queda mirando cómo diciéndome "¿qué quieres?":
- "Sólo era para mantenimiento, perdone las molestias", y acto seguido le suelto: "¿usted no estaba ayer en otra habitación?"
- "mmm... no..."
- "Ups... perdón, le he confundido...", ¡qué cagada!
Resulta que era la tercera vez que le tocábamos la puerta. Primero la chica de la limpieza, después mi compañera y en menos de media hora, yo. Vamos, ¡estaba hasta los mismísimos! Pero se lo tomó con humor...

Me llaman de recepción, tengo que enseñar las Salas de Conferencias a un cliente. "Bf! es inglés, ¡qué bien!", pienso. ¿Qué bien? Pues va a ser que no. No sé lo que le pasa a mi cerebro que intento decir algo en inglés y me sale en alemán, y cuando lo intento decir en alemán no puedo porque no sé. Se suponía que era una conversación fácil y simple, decirle aquí está esto, aquí está lo otro, ... "Entschuldigung (perdón)... mmm...digo  Sorry... aber (pero)... digo but... mmm... mmm... jetzt (ahora)... digo... now, mmm..." -AHAHAHAH!!!- "¡¡¡le juro que puedo hablar mejor inglés!!! no sé que me pasa...", y mientras un revoltijo se apiña por salir de mi boca sin orden ni concierto...

En esos momentos, lo mejor que viene es relajarse. Y si es con música, mejor. Como cuando estaba descolgando una cortina de una habitación y, de pronto, me llega una melodía a los oídos... ¡Una clienta que estaba practicando el violín en la pared de al lado! Qué maravilla. La chicas de la limpieza ya habían terminado y no había barullo, y tampoco ningún cliente rondando por el pasillo. Vamos, no se oía ¡na-da!, más que una exquisitas notas que llenaron el silencio por completo. Unos de esos momentos que son capaces de parar el tiempo.

A partir de mañana, no soñaré con más manchas, más que para echarlas de menos; y por el contrario, quizás me despertaré con el recuerdo de un cliente que se conviertió en dragón y me echó fuego a través del teléfono... ¡¡porque no le entendía ya ni en español!! ¡Qué miedo! Mañana, nueva aventura en recepción.

10 de febrero de 2012

Menos Cero Grados!

Creo que después de haber pasado la barrera de los -15 grados, puedo escribirles una especie de mini tesis sobre esta congeladora experiencia que no se si ha terminado de romper mi caluroso termómetro o, por el contrario, ha terminado por estropearlo.
Semana pasada.

Venía mentalmente preparada para pasar un frío del carajo, y quizás eso me ha ayudado, porque los primeros meses no he pasado, ¡ni mucho menos!, más frío que en Madrid (he de decir, además, que aquí los locales tienen una temperatura calórica normal, ¡no tipo sauna sudorosa de Madrid!). Pero, claro, 0º es una cosa, -6º es otra cosa, pero ¡-15º! ¡¡Agüita!!

Y aunque me he traído en la maleta mi ropa más abrigada, a semejante temperatura nada es suficiente. Por eso lo más importante en estos casos es el consejo internacionalmente probado de: capas, capas, capas y más capas. Así, voy caminando por Berlín como una auténtica cebolla: leotardos, calcetines, plantillas térmicas, botas de peluchito impermeables, camiseta térmica, una camiseta, otra camiseta de manga larga, pullover de cuello alto, otro pullover, el abrigo, la bufanda y los guantes (todavía no me acostumbro a los gorros...). Y así, de esta forma, consigo sobrevivir a la intemperie berlinesa. ¿Exagerada? Bueno... quizás un poco, me han dicho los más experimentados, pero si así es la única forma de mantenerme en calor... ¡Y eso que, ni siquiera con tantas capas, siempre se consigue!

Por eso, aquí viene mi primera conclusión: por mucho que te abrigues se pasa frío ¡y hay que joderse! Sí. Por mucha lana... es imposible estar calentito las 24 horas del día. A primera hora de la mañana, cuando sopla un viento polar, cuando te estás un rato quieto en la calle... el cuerpo empieza a bajar su temperatura corporal y se empieza a enfriar, a helar, a congelar... y después, después... ya no sientes nada.

En concreto, los pies. Porque "mis" pies son lo primero que se me enfrían, y con los pies fríos... tengo frío. Si llevas unas botas transpirables, se te calan con la lluvia y con la nieve. Y si llevas unas botas impermeables, el pie suda, y entonces se te cala de sudor y, por tanto, se enfría igualmente. Conclusión: te fastidias. Y a la larga, no te acostumbras, pero es así. "¡A gosar!", como dirían algunos... ;)

Claro, que como debe ser que hace tiempo que los alemanes llegaron a esta conclusión, pasan de usar zapatos propiamente de invierno (aunque también) y usan de todo. ¿No me creen? Semana de -15º:

Converse totalmente usada, y Monei! seguro que no llevaba plantillas de platina!!
Como me dijo Roland, también cuenta la estética, y eso no siempre se puede combinar con el abrigarse.

Y, un último apunte textil. Querida Naty tengo una mala noticia... he decirte que los maravillosos tangas colombianos aquí no tienen sentido ninguno, pues aunque solo sea una fina tela que te tape el culo, ¡se agradece! (porque, como ya saben, es de las primeras cosas que se enfrían en una mujer). Así que ¡a usar paracaídas más que tirachinas!

¿Y qué parte del cuerpo es la que se enfría más rápido? Además del trasero, las extremidades. Por eso a estas temperaturas intempestivas está prohibido escribir mensajes mientras vas de camino al metro. Está prohibido rascarse la nariz, o en estos casos, secarse el moquillo. Está prohibido fumar. En definitiva, está prohibido no usar guantes porque los dedos se quedan enseguida rojos y a un tris de congelarse, que consiste en que sientes una especie de dolor punzante y no sientes nada a la vez, y cuando intentas doblar los dedos... ¡no puedes!

Pero el frío en sí no es lo único, existen consecuencias. ¿Qué hacemos con el insesante y tan incómodo moquillo de la nariz? ¿Sonarnos? Pues no siempre. Los más acostumbrados a esta tan curiosa respuesta fisiológica de nuestro cuerpo, no hacen nada. Porque hay quién se suena, hay quién sorbe el agüilla, hay quién se restriega el dorso de la mano sobre el molesto goteo, y hay quien se deja caer el río mocoso por encima del labio, como una cascada, como un riachuelo a principios de lluvia. El agüilla lame el labio y se queda ahí, con riesgo de helarse, brillante y molesto.

¿Y los ojos? Igual que la nariz se defienden del frío con lágrimas. Todas las mañanas me toca echarme la carrerita para poder cruzar una calle y así no tener que esperar cinco minutos a que el semáforo se ponga nuevamente en verde (¡que dura un abrir y cerrar de ojos!), y cuando llego a la acera de enfrente, mis lentillas se han quedado medio cristalizadas y mi lagrimal sostiene una lagrimilla sin control.

Y a ver... ¿qué temperatura corporal es la normal en estos casos? Esos de ciencia... Porque yo no lo veo muy claro... Y los alemanes debe ser que tampoco, por eso, además de la ropa hacen uso de otras armas que ayudan a mantener el cuerpo calentito: ¡alcohol! Sí. Aquí puedes ver a cualquier hora, y nunca sabrás si es que están empezando el día con un trago o si lo están terminando, a la gente en el metro con una cerveza de medio litro, una botella de vino o una lata de Whiskey (y sí, he dicho lata). Sentados en el metro chupando calor etílico directamente de la botella.

Dicen que todavía tenemos que llegar a los -20º... ¡Veremos a ver si sigo viva! Mientras haya nieve... ¡que por lo menos es bonito! Hasta ahora, "prueba superada", ¿no?

P.D: ¡¡Ya tengo ordenador!! "San Julito" (entre comillas) mató ayer a los tres lindos troyanos que se habían aposentado en mi PC! De forma remota, ¡¡y todo!! Así, que ya saben, si algún día tienen un problemilla con el ordenador... ¡pongan un Julio en su vida! jajajaj!!! (kk!).

7 de febrero de 2012

Siguiente Parada: Locura

Volvemos a las andadas. Entro en el metro, me siento, y sin querer,  le doy un codazo al viajero. "Entschuldigung", le digo. Y asi comenzó todo. El inicio de una historia que se repite allá donde vaya... 

Se gira hacia mi, me hace un gesto con la cara como disculpándome y me da la mano. Le falta medio indice. Y acto seguido cierra el puño en plan saludo. "In american, afro-american, african! But I've lived here since I was..." (pero he vivido aqui desde...) y hace un gesto con la mano, imaginando la altura de cuando era un pipiolo. "Ja, ich habe hier studiert..." (si, he estudiado aquí...), continua en alemán. Mi madre me decia que si estaba loco, "Deutschland? "jaaajajaja!", y se rie. Pues va a ser que su madre tenia razón...

 "¿Y tu de dónde eres? Ahmm, ¡España! ¿Y cuánto llevas aquí? ... ¿Quieres trabajo?", me susurra. "Si quieres te puedo dar trabajo. No se qué de un hotel (...) Pagamos 7€ la hora (...) Yo tengo mucho dinero". Ya no se si me habla en inglés o en alemán, es una conversación mezclada de lenguas pero, sobre todo, donde lo real no se distingue de lo imaginario. 

- "Ahora nos bajamos y hablamos."
- "No gracias, estoy cansada..."
- "Si, ahora te bajas conmigo, hablamos con calma y te escribo donde trabajo."
- "No, de verdad...", le digo con pena.  "Escríbemelo aquí ahora, mejor."
- "Nooo", y hace una mueca con la cara. "No te lo crees, ¿verdad? pero aunque soy negro he terminado mis estudios y estoy bien posicionado. Catering y demás. Ahora te bajas conmigo y te enseño dónde es". 

Le pregunto de dónde en Africa por eso de intentar cambiar de disco...
"Ah! Estas interesada en Africa?!? ¡¡Mangos!! mmm!", se balancea hacia delante, se toca con las manos esos caracolillos que tiene esparcidos por la cabeza y me cuenta algo de una árbol de mangos. Ya no sé por qué derroteros sigue la conversación... Escucho e intento encontrarle un sentido a todo lo que va salpicando por esa boca. 

- "¡Yo te compro un billete! Mañana o el lunes... Ahora estan muy caros, 900€ o asi... "
- "¡Wow, eso es caro!"
- "Pero teeeeengo di-ne-ro!", se regodea en las palabras con esas bembas rosadas grandes y un poco secas. "Tengo 5000€", y cuenta con nueve dedos y medio. 

- "Nos bajamos aquí y así hablamos, mejor."
- "No, en serio, he trabajado todo el día y quiero descansar. Otro día", aunque una parte de mí me dice... ¿Y si te bajaras?
- "¿Y mañana? ¿trabajas mañana?"
- "Mañana también", y me hace una mueca de rabia y pena. Se levanta y desaparece en la estación de la locura... 

El tren se ha vuelto a poner en marcha y ya solo veo su silueta, frente a otra persona... Me parece que sus labios cuentan otra historia en la lejanía...

(*) Tengo un virus. Sí, y no sólo un virus que hace que la gente desconocida y, principalmente la que está como una maraca, me hable. ¡¡¡Tengo un virus en el ordenador!!!  ;((( Esto lo he subido por el móvil, pero para que lo sepan si tardo tanto en escribir. 

1 de febrero de 2012

IV y Fin. De Chira a Chora

¡Vaya atraso que llevo! Ya me pilla el toro... ¡Con Chira en los talones! Mañana vuelve a pisar Berlín y yo todavía no he terminado de publicar su primera visita... ¡Esto no puede ser!

EL MERCADO TURCO (DE MAYBACHUFER)
A orillas del canal de Kottbusserdamm, entre Neukölln y Kreuzberg, todos los martes y viernes, una fila de mercados repletos de frutas, verduras, frutos secos y especias, legumbres, carne y pescado; trastos viejos, material de ferretería y libros; telas, flores...y ¡mil antojos más!
Pasta fresca (aunque no se ve un cuerno...).
FrutAs secas de todos los colores. Desde el típico albaricoque reseco ¡hasta kiwi o papaya!

ALEXANDERPLATZ
Esta plaza recibe el nombre del zar Alejandro I que visitó la ciudad en 1805. Es el epicentro comercial de Berlin. Lugar turístico por antonomasia, no sólo por la variedad de tiendas y hoteles, sino porque es donde se encuentra la famosa Fernsehturm (torre de Televisión), torre más alta de Alemania (368m.). Yo todavía no he subido, así que para saber de las vistas tendrán que preguntar personalmente a Chira ;)

La plaza fue creada en la década de los 60 en un estilo socialista: hormigón, hormigón y hormigón. Se convirtió en uno de los lugares más importantes y emblemáticos del Berlín Oriental. Tras la reunificación, igual que gran parte de la ciudad, la plaza fue sometida a cambios, sin embargo, todavía se conserva La Fuente de la Amistad de los Pueblos (según la Lonely Planet, porque... ... yo no la he visto! Pero como la curiosidad me mataba... aquí les dejo una link de la fuente). En el centro de la plaza se encuentra también la famosa "escultura": el Reloj Mundial, al que la verdad, no le he sacado ninguna foto...

¡Y acabo de leer! En 2007, por unas obras de alcantarillado, los trabajadores encontraron un búnker, ¡se dice el mayor de Alemania! construido entre 1941 y 1943 como refugio de la compañía alemana de ferrocarriles.

Y me dejo a de rollo histórico y pasamos a los "documentos gráficos", ¡que me eternizo!
Alexanderplatz a lo lejos, desde la estación de metro Friedrichstrasse, si mal no recuerdo...
Por la noche, nos acercamos al famoso centro comercial Alexa (¡¡¡y me compré mis botas impermeables de invierno!!!), y después nos pasamos por otro mercado de Navidad, pero esta vez no sólo Glühwein y Bratwurst, también ¡noria!
Vistas desde lo alto de la noria.
Y ya perdí la cuenta o la agenda turística exacta... y no sé decirles cuándo hicimos qué ni en qué orden, tampoco es tan importante..., el caso es que también visitamos el... REICHSTAG o EL PARLAMENTO ALEMÁN de noche.

Un edificio a la par antiguo y moderno, ¡impresionante!, con historia y significado. Infranqueable desde la calle pero que se abre a la ciudad a través de su cúpula de cristal... Como resumir... Pero lo siento, les tengo que contar un poco del edificio para que se entienda mejor, ¡y lo disfruten más!

El Parlamento alemán fue construido en 1894 durante la República de Weimar, por el arquitecto Paul Wallot.
Reichstag, 1926.

En 1933 tiene lugar "el incendio del Reichstag", que lo daña seriamente. Como no, los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial hacen mella nuevamente en el edificio:
Reichstag, 1945.
que no será reconstruido (y sólo parcialmente) hasta la decada de los 60 como centro de conferencias.
Reichstag sin cúpula.
Tras la reunificación de Alemania, y con motivo del traslado de la capital de Bonn a a Berlín, se decide construir una nueva cúpula, que se llevará a cabo en 1933 de manos del arquitecto inglés Norman Foster, que para se hagan una idea, también se ha encargado de obras como: el Palacio de Congresos de Valencia, el Aeropuerto Internacional de Hong Kong, la Torre de Collserola en Barcelona, la Torre Caja Madrid en Plaza de Castilla (Madrid), el Millennium Bridge o la Torre Swiss Re en Londres.

La cúpula está hecha toda de vidrio, y contrasta con el estilo del resto del edificio (renacentista) que había hecho Wallot. Polémica en su día, pero con encanto y 'jugo' turístico (recibe un promedio de 8.000 visitantes al día según la Wiki, ¡¡agüita!!).
Entrada al edificio.
Cúpula.
Diámetro de 40 metros, altura de 23,5, 3.000 metros cuadrados de cristal y 800 toneladas. Ahí es nada. Nosotros, los visitantes subimos a través de una rampa que suben en espiral, desde donde se ve toda la ciudad. Aunque como era de noche, no pudimos ver todos los sitios emblemáticos que el Señor de la audioguía, en un español requeteformal y apompado, nos iba indicando. Queda pendiente una visita de día, ¿quién se apunta? Aunque, por supuesto, las vistas con toda la ciudad iluminada por la noche ¡no tiene desperdicio!
El edificio iluminado que se ve en la parte inferior izquierda (si agrandan la foto lo verán mejor) es la Cancilleria o Bundeskanzleramt, donde estuvo la semana pasada la bandera española izada con motivo de la visita de Rajoy. Super moderna, con forma de "H" y el sobrenombre de "la lavadora"... Típico de los berlineses ponerle motes a los edificios de la capital.

Vistas a la Puerta de Brandenburgo.
Y es que esta cúpula no es sólo un lugar desde donde los berlineses (o visitantes) pueden asistir a los plenos, ni un lugar sólo desde donde ver la ciudad. ¡Tiene mucha más intríngulis!

Norman Foster la creó como ejemplo de edificio respetuoso con el medio ambiente. Atención: 
- Consta de más de 300 m2 de placas foltovoltáicas, así como de dos generadores (que funcionan a base de combustible biodiésel) que satisfacen el 82% de las necesidades energéticas del Parlamento. 
- El acristalamiento y unos aislamientos especiales evitan la pérdida de calor.
- Con la energía térmica creada a partir del calor que emana de los motores (generadores): 
1. en verano se genera frío (una técnica llamada "refrigeración por absorción"), 
2. y en invierno, se calienta agua de un acuífero que está a 300 metros bajo el edificio.
- En otra reserva de agua, se guarda el frío del invierno que se usa para refrescar los calurosos veranos.
- El cono invertido o embudo dispone de 360 espejos que reflejan la luz a la Sala de Plenos. Dichos espejos se pueden cambiar de posición para evitar deslumbramientos de luz.
- Dentro del cono se encuentran los sistemas de ventilación, que lleva las bocanadas de aire manido de los políticos desde la sala hasta la abertura situada en el centro de la cúpula. Además, por el camino el aire atraviesa no sé qué y genera energía...
Vistas a la Sala de Plenos.
- Y como la cúpula está abierta, existen unos dispositivos que recogen el agua de la lluvia.
Apertura en la cùpula.
Vamos, como pueden ver, todo pensado al milímetro. ¡La bomba!

Y bueno, esto no es todo... La cúpula también tiene su significado. Toda la cúpula está hecha de crital porqueel arquitecto quería que el diseño para un lugar tan importante como un Parlamento, reflejara precisamente lo que esta institución representa, o debería representar. TRANSPARENCIA.

SONY CENTER
El Sony Center es ... ¿cómo explicarlo? una mezcla de restaurantes, cine, oficinas de las empresas más importantes de Berlín, museos... Todo mezclado en una plaza de arquitectura futurista.
1958

Este centro está situada en Postdamer Platz. "Lugar emblemático", dice la guía. ¿Y qué no es emblemático en Berlín? Durante el siglo XIX esta plaza (Postdamer) fue un lugar de encuentro comercial y cultural. Una muestra de su importancia histórica: fue dónde se instaló el primer semáforo de Europa. Muestra de su importancia actual: se celebra anualmente el Festival de Cine de Berlín, más conocido como la Berlinale.
Un Papa Noel y sus renos hechos de Lego, y es que en la zona está el Museo de Lego!
Super bonito, ¿verdad?

¡Besitos! ¡¡No les prometo que esta segunda vuelta veamos tanto!!