El poder de Psi

- Eso se llama "psicosomático".

- Si, si. Tiene tantas ganas de tener hijos, que se está obsesionando. Es la tercera vez que le pasa. Ella dice que está bien, pero yo creo que no es normal. Lleva unos años que no se cuida. No come bien, no hace nada de deporte...   Y sólo hace lo que hace su novio, que es medio tonto. Se ha olvidado de quién es ella... No se valora lo suficiente... Las tres veces que le ha pasado tuvo sexo la noche anterior con su novio. Ella calcula cuándo es mejor tener un hijo, lo buscan y al día siguiente tiene un ataque. 

Es muy duro ver cómo tu hermana de pronto no es ella. Como se convulsa en el asiento trasero sin poder hacer nada, más que atarla con el cinturón del coche. Pero lo peor no es sólo el momento del ataque, sino el antes y el después. 

Durante todo el día tenía un rasgo en la cara extraño y un color cenizo que decoloró hasta el rosado de sus labios. Como el color amarillento-grisáceo que se les pone a los diabéticos cuando les da un bajón de azúcar. Todo el día como borracha, ida, ausente. Y actuando de forma brusca. "¿Estás bien?", le preguntaba. "Sí, ¡¡¡déjame!!!", -y hace un gesto de desprecio-. Es como si no fuera mi hermana... 

(...) Los médicos no saben todavía por qué le dan estos ataques. Unos le dicen una cosa, otros otra. 

(...) ¿Sabes que para los griegos la gente que tenía epilepsia, eran como dioses? Es como una conexión con el universo... No, no estoy loco. 

(...) Conocí una vez una pareja que el tenía un tumor en el dedo, y a la novia le salió lo mismo. ¡Su novio cuando era pequeño tenía epilepsia! Por eso no quiere tener niños... que en parte lo entiendo... No te olvides que las cosas que le pasan a tu pareja te van a pasar a ti. 

- ¿También se pega la soledad?

- Ahora estoy más pendiente de ella. Yo les digo a mis padres que la cuiden un poco más, porque la verdad le falta cariño. Es la mediana, segunda niña, y es a la que menos caso han hecho.

Se nos ha ido de las manos... -y se mira las suyas mientras retuerce un poco los dedos. 

(...) Yo le he dicho que vaya a un psicólogo, aunque ella prefiere escuchar que los médicis le digan que no tiene solución, porque no quiere oir la verdad. 

Nunca se me va a olvidar el día de mi graduación.