Y la última visita de agosto, ¡y no por ello menos esperada! Al contrario, el sólo hecho de saber que la pequeña princesa vendría a ver a su tía hasta las frías tierras germanas... ¡es todo un honor! Y es que después de ver una cosita así...
... ¿me entienden, no?
Como no voy a seguir aburriéndoles con los mismos puntos turísticos de la ciudad, que van a terminar vomitando... simplemente les cuelgo unas fotos para que disfruten, y sólo les contaré anécdotas y cositas nuevas. (Ahora que lo vuelvo a releer... creo que me ha quedado un poco largo anyway ... pero creo que merece la pena).
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¡Reencuentro! |
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¡Mi foto preferida! |
Otra cosa no... pero comer... ¡hemos comido hasta que que no salieron kartofell por las orejas! "Queremos probar lo típico alemán", me dijeron los niños. Pues toma, empezemos con lo typisch deutsch!
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Prost! - ¡Salud! |
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¡¡¡Hasta Daniela la quería probar!!! |
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Schnitzel - Filete de cerdo empanado.
¿Te imaginas una "chuletada" de estas Julito? |
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Brezel de queso - que viene siendo un pan seco en forma de
símbolo de la paz, más seco que una mojama. |
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Tartas alemanas, mmm! |
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Y por supuesto, más típico alemán que ¡un Kebab! ¡¡no hay nada!!
Probamos los famosos Mustafa's, que no nos gustó mucho, la verdad.
¡Compadre! con papas dentro ¡¡y todo!! |
Y bueno, también nos saltamos un poco la dieta germana, me invitaron a un Tailandés riquííísimo!!! y, como no, también hice una cenita en casa con mis amigos. ¿Te suena Ali?
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Peter y Anne, yo, Roland, Gabriel, Ingo y los invitados. |
Pero bueno, no sólo alimentamos el estómago, también la vista y el alma.
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Der Dom. |
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...bajo el cielo azul de Berlín... |
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¡Miren qué hermosura! |
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Con su tía ¡la chachi!
Lo siento Ali ;) |
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Monumento a los judíos de Europa asesinados. |
¡¡¡Y hasta me vinieron a ver al Hotel!!! ¡Qué ilusión! ¡¡Enseñé a Daniela a todos mis compañeros!!
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adrema Hotel. |
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Recepción del hotel. |
Y bueno, como la idea era vivir la experiencia berlinesa al máximo y la Danielilla esta ¡es una santa! ¡Nos alquilamos hasta unas bicis! Sí, ¡sí! con niña y todo! que disfrutó del paseo a ratos y lo durmió a otros. Una todoterreno de niña, y de madre.
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¡Foto para la posteridad! |
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Saludando a la Merkel. |
Ese día nos habíamos propuesto dar un paseo en bici por el Tiergarten, que con 210 hectáreas (uha!) es el segundo parque más grande de la ciudad. El Retiro berlinés, podemos decir. Para que se hagan una idea, el Retiro tiene 118 hectáreas...
Y de ahí nos cruzamos toooooda la ciudad para ir en busca del East Side Gallery.
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Casi berlineses. |
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Parece que a Daniela no le gusto ;) |
Y como no podía faltar, el Reichstag, eso sí, esta vez, ¡me hicieron fiestas! no porque fuera la tercera vez que subía, sino porque Daniela dejó hipnotizados a todos los de seguridad. Además, esta vez entré por una puerta nueva, como llevábamos carrito nos pasaron por un ascensor ¡directo!
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¿Qué me dicen de la guía? |
Y la Daniela no se puede quejar, que con tan sólo cuatro meses ya ha cogido avión, coche, bici, y ¡metro hasta en el extranjero!
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Con la Puerta de Brandenburgo ¡para que no quepa duda! |
Pero no sólo vi lo que ya me sé de memoria, de la mano de la familia Armas Gismero conocí otros rincones de la ciudad, como ¡el barrio judío! Sí Naty, ¡por fin! Sí, la calle principal de la Sinagoga, sí que me la he pateado millones de veces, pero lo que es perderme por el llamado Scheunenviertel, todavía no lo había hecho.
Un entramado de callejuelas, con casas bajas llenas de patios internos, cafeterías que invitan a tomar y comer todo lo que hay en el menú y tiendas cucas (como dirías tú mami) dónde me volvería loca comprando.
El Beth Cafe (en hebreo "Casa del Café"), es a la vez un café-restaurante y una tienda donde se vende comida kosher. Y a la vez, alberga una asociación y creo que también una sinagoga.
Lo busqué Iria, y la etiqueta kosher se utiliza para hablar de los alimentos que respetan los preceptos de la religión judía para ser ingeridos, es decir, que se consideran "puros y aptos" según las indicaciones bíblicas del Levítico. Vamos, algo parecido a los alimentos halal para los musulmanes.
¿Algunos ejemplos? Las carnes y los lácteos no se pueden comer a la vez; animales con escamas, aletas o caparazón están terminantemente prohíbidos (langosta, cangrejo o tiburón), igual que los insectos alados o reptiles y roedores. Ciertas grasas y órganos (como el hígado) tampoco se pueden consumir. En estos preceptos, también se indican cómo deben ser matados los animales (shejitá o matanza ritual) y desangrados, pues la sangre también está explícitamente prohibida, hasta tal punto que para que se hagan una idea: si un huevo tiene una mancha de sangre se convierte en alimento no casher. También hay indicaciones sobre el vino, que debe ser elaborado en su totalidad por judíos y no se puede pisar con los pies, por considerarse impuros, y ¡hasta sobre los utensilios de cocina!
Estos productos se identifican con una "U" encerrada en un círculo.
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Beth Cafe. |
En la ruta al barrio judío, también llegamos al conocido Hackesche Hoffe, un pasadizo que desemboca en un patio lleno de cafés y graffitis, y dónde se encuentra el Anne Frank Zentrum y el museo de Otto Weidt, un fabricante de cepillos y escobas que salvó de los nazis a muchos de sus trabajadores judíos ciegos y sordos. ¡Todo un mundo!
Y otra cosa que también hicimos, que yo no había hecho todavía: ¡visitar el Berlín subterráneo! ¿Curiosos por saber qué es? La verdad, super interesante. Nosotros hicimos el llamado Tour M: El Muro y sus rupturas. Las fugas subterráneas desde y hacia Berlín.
Desde la construcción del muro en 1961, existieron innumerables intentos de escapar del Berlín este (comunista) al oeste (capitalista).
Como ven, y por repasar un poco de historia, lo que hicieron fue construir un muro alrededor de la Berlin oeste. Y es que, aunque Alemania había quedado perfectamente repartida y separada entre las potencias ganadoras de la Segunda Guerra Mundial: Inglaterra, EE.UU, Francia (que también fue invitada en el reparto) y la URSS; Berlín al ser la capital y pese a estar DENTRO del sector soviético, también se dividió en dos.
La idea de construir el muro fue un intento desesperado por intentar que la gente del Berlín este, que veía como la gente del Berlín oeste vivía mejor y tenía mejores oportunidades (trabajo, dinero, productos de consumo, etc.), dejara de "mandarse a mudar". Y por ello, se construyo un muro alrededor, primero una simple alambrada con guardas; y después dada su ineficacia, el muro que todos tenemos en mente.
Para no enrollarme mucho, lo que nos explicaron fueron los distintos intentos de fuga que se llevaron a cabo. Por un lado, primero a través de las estaciones fantasmas. Esto es, dado que Berlín se repartió cual queso, muchas de las estaciones de metro que quedaron bajo el territorio soviético, quedaron inutilizadas. Sí, como lo oyen. Como nos decía la guía, la chica del metro anunciaba: "está usted saliendo de Berlín del Este", en ese momento, el metro bajaba de velocidad y atravaseba el Berlín Oeste, y de nuevo: "tin tun tun! Está usted llegando a Berlín del Este".
1. Mucha gente intentó, por tanto, utilizar el metro para pasar de un lado a otro.
Sin embargo, pronto el gobierno de la RDA se dio cuenta del colador que eran las vías del metro, cerró las estaciones, electrificó barandas, puso pinchos contra los llamados "violadores de fronteras":
y por supuesto, puso seguridad:
La STASI, el servicio secreto del este, tenía todo un enjambre de túneles conectados:
Iluminados con una pintura fluosforescente, que se activa con la luz y que es altamente tóxica:
2. Una vez que la opción del metro quedó totalmente descartada, los ciudadanos buscaron otras vías: las alcantarillas y el sistema de desagüe.
Pronto, sin embargo, esta nueva vía de escape sería también descubierta (soplos o descuidos por dejar la tapa abierta...) y la RDA puso frenos taponando las canalizaciones subterráneas con las vías del tren:
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Ejemplo del museo. |
Esto causó más de un problema a la ciudad, puesto que al tapar las canalizaciones, la porquería se acumulaba y más de alguna vez las aguas fecales desbordaron la ciudad. Como medida, crearon un nuevo "puesto de trabajo" realizado por los cercanos al régimen: limpiador de cloacas. ja!
3. Por último, los ciudadanos del este, decidieron excavar túneles como vías de escape. Más de 300 ciudadanos escaparon al oeste, y se construyeron más de 60 túneles. Toda una odisea.
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Se sacaban fotos, para después una vez en el oeste, poder vender "su historia"
a los periódicos y ganar un dinerillo con el que ir sobreviviendo. |
Y para terminar el tour, nos salimos a la calle, a la Berlinerstr., uno de los puntos "más críticos" del muro.
Por un lado, durante la primera etapa de construcción del muro, porque muchas casas quedaron en la frontera, y la mañana en que los ciudadanos vieron que estaban construyendo el muro salieron, bolsa en mano con lo más necesario, corriendo a la zona occidental:
o literalmente saltando de la ventana:
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Frieda Schulze, de 77 años saltó de su casa.
La policia le agarra de la mano desde la ventana intentando volverla a subir,
mientras un jóven jala de ella para que consiga escaparse. |
Para que esto no volviera a ocurrir, la RDA, antes de construir el muro en otras zonas, empezó a tapiar las ventanas de las casas:
Por otro, la Bernauerstr. es famosa porque una vez construído el muro y, a pesar de ser una de las zonas con zona de seguridad o "de muerte" más anchas, fue la zona más existosa para construir túneles de escape.
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Bernauerstr.. |
¿Me está quedando un poco largo, verdad? ¡¡¡Pero es que nos pareció tan interesante!!! Ya corto, a otra cosa mariposa.
Yo esta vez me escaqueé, pero los niños fueron a la Isla de los Museos:
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¡Miren que cultureta Daniela! jejeje, |
Y he de decir que consiguieron lo que nadie! ¡Una foto con la belleza de la eternidad! ¡Agranden la foto! que costó hasta media pelea con el segurita, ¿no brother?
Y no podía dejar de decir en el blog, no porque sea su tía, que sólo nos enteramos de que había bebé cuando quería dormir, que al principio debe ser que se pelea con Morfeo, pega unas cuantos berridos en contra del "cierre de ojos"... pero dos minutos después ¡está con los ángeles!
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Shhhh!! |
Pero como todo llega a su fin...
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¡Gracias niños! ¡Gracias Berlín! |