Y la experiencia llega a su fin...
¡De vuelta a casa!
19 de diciembre: Berlin -Madrid (07.25-10.50h) - por EasyJet.
21 de diciembre: Madrid - LPA (12.50-14.50h) - por Ryanair.

12 de noviembre de 2012

Cambios, ¡y más cambios!

Me decías Bruder (hermano) que "Dios los cría y ellos se juntan", pero yo ahora le añado: "y el hombre los separa". Pues mi jefe enrollado ¡ha durado menos que un telediario! La misma semana que les escribí sobre mi nuevo trabajo en Ventas se lo cepillaron. Llevaba una semana entera en Dresden, Saranya y yo nos lo encontramos en el garaje (pues íbamos a seguir con nuestro trabajo de espías), le dimos la bienvenida y no lo volvimos a ver más. 

Mi compañero nos dió la noticia de que "a la empresa no le gustaba su forma de trabajar" y como estaba todavía dentro de los seis meses de prueba, lo pueden echar sin motivo aparente. La nueva jefa viene a principios de diciembre. De forma que ahora estamos como en tierra de nadie.

Mi compañero nos controla pero no es el jefe. Y en la cúspide de la pirámide está el jefe de Marketing, pero está en otro departamento/oficina y no se preocupa por nosotras. De forma que entre uno y otro no nos hacen mucho caso... Y todavía estamos esperando (hablo en plural por mi compañera) a que vean en lo que hemos estado trabajando hasta ahora, y así estamos mendigando trabajo para que nos manden algún "nuevo proyecto" como les gusta llamarlo a ellos. "Necesitamos recoger esta habitación, esto se queda aquí, esto va al trastero, esto se manda al hotel de Stuttgart por correo... Esto puede ser un bonito proyecto para el viernes", no pude contenerme una risa... "Bonito" dice...

Además, mi compañero está más raro... El ambiente está espeso en el trabajo, y el buen rollo que habíamos avanzado desde la última vez, ha retrocedido unas cuantas millas... 

Sí, sinceramente pienso más en acabar que en aprovechar, porque nadie nos tiene en cuenta. Así que sí, ya está tomada la decisión: ¡me vuelvo! No es nuevo, pero había dejado una puerta abierta por si me pudiera quedar en este puesto, pero visto lo visto... El billete ya lo tengo desde septiembre, y me lo he comprado sólo de ida. El 19 a Madrid y el 21 a Las Palmas.

El verano ya queda lejos, y los árboles ya están casi pelados. Desde la cocina, ya no se ve la frondosa vista. Hemos pasado de los verdes a los ocres, y ahora a los bracitos desnudos que ven llorar casi todos los días a ese cielo gris que, en esta época del año, se transforma en noche a las cinco y poco de la tarde. Todavía no hace un tiempo gélido, bien al contrario, el fresco es agradable para quitarse las legañas por las mañanas o aminorar una resaca inminente en una madrugada de fiesta.

Y como las estaciones, nosotros también cambiamos. De vida, de rumbo, de destino o de parecer. Mi compañera Katja se mudó el fin de semana pasado a Düsseldorf por un trabajo.
Katja (izquierda) y Jule (derecha).

Pero unos se van y otros vienen. Así que el mismo día que Katja recogió sus maleta, Domi (mi nueva compañera) deshizo las suyas en el cuarto vacío y ya se apoderó de su pequeño huequito con sus carcajadas. En la foto no la van a ver, pero ¡es que es la única que tengo!

Domi es la de la izquierda.
De fondo, algo no cambia, se sigue escuchando la música que sale de los dedos de Jule. Esas notas de piano que siguen embrujando los rincones de este hogar.

Y por cambiar, también se puede cambiar ¡de colchón! Eso tuve que hacer el mes pasado. La chica que me alquiló la primera habitación me dejó su colchón pero se lo tenía que devolver en octubre. Y así hice. Esta vez, el nuevo colchón que conseguí (gracias a José) no lo transporte ni en carrito ni en un Smart, sino en Metro con la ayuda de Albicolchón... 

Va a ser cierto eso que dicen que "el hombre es un animal de costumbre". Este colchón es de 90, no grande como el otro, y durante la primera semana me estuve despertando de madrugada porque estaba en el filo de la cama, a punto de caerme.

De pronto me despierto en la madrugada, la luz de mi cuarto se ha vuelto a encender sola... Hoy paso de levantarme y me escondo debajo de las sábanas hasta volver a pillar el sueño, ese que últimamente se me resiste tanto.

Buenas Noches...

"El cambio es la única cosa inmutable" - Schopenhauer.

5 comentarios:

  1. Pues fue bonito mientras duro, un suspiro me temo...
    Parece que por aquellos lares cada invierno trae aires frescos y todo cambia, pero como bien dices al final, los cambios seguiran viniendo y nosotros con ellos...

    De momento te quitas del frío gélido de Berlin, quizas puedes darte un salto a Stuttgart ;-)

    Kss y Animos hasta el final que ahora no queda nada

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  2. Hablaré con Paulino para que te deje entrar. ;) Vayas a donde vayas eres bienvenida porque te haces querer. Besos. Padi.

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  3. Aprovecha estos últimos dias... para que quede en el recuerdo lo mejor que te ha dado esa ciudad y sus gentes...
    Besos Pulsatilla.
    Te esperamos con los brazos abiertos.

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  4. El regreso del colchón en metro ¡NI DE COÑA!

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  5. Sí, debe ser que cada invierno trae un nuevo reto x estos lares, lo que este no tengo ganas de superarlo... A la porra! Aires stuttgarianos... no sé si podré pero madrileños y canarios eso seguro!!! Tic tac, tic tac...

    Que tengo ganitas ya! Así que Padi, como Paulino no me deje entrar... le echo a la Merkel!!!!

    Sí Pulsatilla, respirar lo bueno y soltar lo malo. Me apetece disfrutar lo que me queda.

    jajaja!! Ni de coña!!!!! Lo dicho... un cochito... ;)

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