Y la experiencia llega a su fin...
¡De vuelta a casa!
19 de diciembre: Berlin -Madrid (07.25-10.50h) - por EasyJet.
21 de diciembre: Madrid - LPA (12.50-14.50h) - por Ryanair.

6 de agosto de 2012

¡DRESDEN!

¡Mi visita Express a DRESDEN!

Dresden, a tan sólo dos horas y media en tren desde Berlin, es la capital del estado federado de Sajonia. ¿Lo sitúan en el mapa?


Esta ciudad tiene más historia ... ¡Un trajín del carajo! ¿Les cuento brevemente?

A finales del siglo XV se convierte en la residencia del soberano de Sajonia. Es en este siglo cuando se convierte en un centro político y cultural, así como en el Land protestante más importante del Sacro Imperio Romano Germánico (no soy capaz de repetir lo que el profesor nos explicó... quedénse con la idea).

Sin embargo, la fama cultural de la ciudad, que todavía mantiene en parte, se gestó bajo el mandato de Augusto el Fuerte. Hasta tal punto que durante el siglo XVIII se le conocía como "la Florencia del Norte". 

Dresden desde la orilla derecha del Elba, Bernardo Bellotto (Canaletto).
En 1685 la ciudad entera ardió por completo, y necesitó de varios años para su total reconstrucción. No sería ni la primera vez ni la última. Dresden todavía debería resistir a la guerra de liberación contra Napoleón o a los bombardeos de 1945 que dejaron la ciudad en un cúmulo de escombros. Y es que fue la ciudad alemana más destruida después de la Segunda Guerra Mundial, más de un 80% de la ciudad quedó convertida en cenizas. 



Tras la Segunda Guerra Mundial, Dresden quedó dentro de la RDA. Muchos restos desaparecieron, otros tantos fueron dinamitados, y otros se salvaron gracias a las protestas de los vecinos o a la propia iniciativa de las autoridades, que reconstruyó edificios como el palacio Zwinger, la catedral católica Hofkirche y la Semperoper, que ahora mismito les enseño.

En esta época se crearon, como no, barrios de viviendas del típico calado socialista que, de hecho, es lo primero que se ve nada más salir de la estación central. 

Monumento del Pueblo.
Mural socialista.
En 2004 la ciudad fue nombrada Patrimonio de la Humanidad, sin embargo perdió su título en 2009 por la construcción de un puente de dos kilómetros en el centro de la ciudad histórica.

Y en estos últimos años se ha intentado imprimr un sello más contemporáneo y modernista a la ciudad. Claro ejemplo es el UFA-Palast, un edificio que alberga ocho salas de cine, diseñado por un grupo de arquitectos vieneses. ¡Dedicado a ti Mary!

UFA-Palast.
Aunque sólo lo vi de día, mirando fotillos por internet, de noche mola mucho más. ¿O no?

Pero para llegar al casco antiguo todavía hay que caminar un poco más. Así uno se encuentra con la Kreuzkirche, del barroco tardío. Y que cuenta con un coro religioso infantil (Kreuzchor) de fama mundial, de 700 años de antiguedad. ¡Ahí es nada!

Kreuzkirche: Kreuz = Cruz + Kirche = Iglesia.
¡Vamos! que se quedaron calvos para buscarle nombre a la Iglesia, jajaja!!!
Y a medida que se va llegando a la plaza principal  uno va notando el cambio del look socialista al look barroco de las casas reconstruidas.


Y de pronto en medio de una plaza enorme...

...la famosa Iglesia de las Mujeres (Frauenkirche). Esta iglesia, diseñada por Georg Bähr, es símbolo insignie de esta ciudad, símbolo contra la guerra y símbolo de reconciliación.
Frauenkirche, Iglesia de las Mujeres.
Quedada en ruinas tras la Segunda Guerra Mundial, como pueden ver en la foto inferior que sostiene mi profesor.

La Frauenkirche fue dejada hecha escombros por la RDA como monumento conmemorativo. Y si hoy en día la Iglesia se ha reconstruido es gracias, por increíble que parezca, a un movimiento popular. Totalmente financiado por donativos, se utilizó un 43% de la piedra original. Y, ahora flipen, gracias a un programa informático diseñado con este fin, se consiguió ubicar las piedras en su lugar original. Se dice que el exterior de la Iglesia parece un puzzle debido al contraste de las piedras antiguas y nuevas.

Última anécdota, el altar ha sido reconstruído a partir de casi ¡dos mil fragmentos!
Delante de la Frauenkirche, la estatua de Martin Lutero.

Y de lo antiguo a lo nuevo. La Sinagoga que existía en la ciudad desde 1838 fue destruida durante de la Noche de los Cristales Rotos, 1938. La nueva construcción, original y sencilla, me encantó.


Como les contaba antes, esta ciudad ha tenido una gran actividad cultural, y diversos pintores han nacido o vivido aquí.


Esto que acaban de ver es el monumento al pintor Caspar David Friedrich, que si les digo así el nombre... seguro que no les suena. Si les digo que fue el representante de la pintura romántica alemana pues como que... ¿Pero si les enseño este cuadro?
El caminante sobre el mar de nubes.
¿A que ahora sí?

Sin embargo, no es lo único que ha parido esta ciudad. El famoso grupo de expresionistas reunidos bajo el nombre Die Brücke, surgió también aquí.
Vista del  Schlossplatz de Dresden, 1926_Ernst Kirchner
Dresden, Friedrichstadt_Ernst Kirchner
Casas en Dresden 1909_Ernst Kirchner
Pasadizo debajo de las vías del tren en Dresden_Ernst Ludwig Kirchner
Paisaje en Dresden 1910_Erich Heckel
El Elba a su paso por Dresde_Erich Heckel

Y seguimos de paseo precioso por la Brühlsche Terrasse, más conocido como el "Balcón de Europa", desde dónde se ve la otra orilla, dónde está la Ciudad Nueva.



Escuela Superior de Bellas Artes.


Al fondo Catedral de Saint Trinitas.

Y el balcón de Europa viene a morir a esta plaza. Donde se encuentra la famosa residencia de los reyes sajones hasta 1918. En su interior se encuentra la "Cámara Verde", una sala dónde se muestra una colección de objetos preciosos (marfil, oro, diamantes...), que nosotros no vimos. Pues a todo esto, todavía no les he contado, que nuestro tren tuvo dos horas de retraso en Berlín y, por lo tanto, tuvimos dos horitas menos en Dresden.
Residenzschloss a izquierda, Saint Trinitas a derecha.



La residencia real desde el puente de Augusto (Augustbrücke).

Desde el Augustbrücke, vistas a la Ciudad Antigua.

Y lo primero que hay al pasar el puente, y entrar a la Ciudad Nueva (Neustadt), es la estatua ecuestre de Augusto el Fuerte.

Fuente en Albertsplatz.
La Ciudad Nueva es menos espectacular, pero tiene su encanto. Tiene sorpresas como esta: la Pfunds Molkerei. Una lechería cubierta de arriba a abajo de azulejos azules.

Zonas alternativas y llenas de bares, restaurantes, cafeterías, pubs, discotecas, terrazas, tiendas y, sobre todo, gente jóven.

O rincones tan originales como el Kunsthofpassage. Que son una serie de patios contiguos en los que difernetes artistas han diseñado el entorno.


Y para rematar la "multiarquitectura dresdeniana"... El Palacio Japonés. Un edificio de techo que imita muy sutilmente los techos de las pagodas, con columnas chinas y un gran patio interior.

Fue construido por el arquitecto Poppelmann para la colección de porcelana japonesa de Augusto "el Fuerte".

¿Y por qué porcelana? Pues bien, la porcelana se consideraba un símbolo de riqueza, importancia y buen gusto, pero sólo se fabricaba en China. Y justo es la época de auge de los alquimistas, que quieren buscar la panacea para crear oro. Es en este contexto, en el que un señor llamado Tschirnhaus descubre la fórmula para crear porcelana, con tan mala pata que se muere repentinamente, y la fórmula pasa a manos de Johann Friedrich Böttger, un alquimista que había sido mandado llamar por Federico Augusto I el Fuerte para que le fabricara oro.

Es así como nace la primera fábrica de porcelana de Europa, cuya producción comienza en 1710. Será conocida a partir de entonces como la cerámica de Meissen.
l
Un Chino en Dresden.
Y más curiosidades... Yenizde. Es una antigua fábrica de tabaco con forma de Mezquita que es actualmente un restaurante.

Vistas de la Ciudad Antigua desde la orilla de la Ciudad Nueva.

Puente de Augusto y la Iglesia de las Mujeres.
Residenzschloss, residencia real.
Y a mano izquierda de este espectacular edificio, el mural del Desfile de Príncipes. 102 metros de largo de mural que decoran la fachada de las antiguas Caballerizas Reales, y que representan una enorme fila de miembros de la realeza a caballo.
Fürstenzug, Desfile de Príncipes_Wullhem Walther, 1876.
Y ya casi terminamos. Sólo nos quedan dos de los edificios más importantes. La Semperoper, también con un tortuoso pasado. Ha sido reconstruido dos veces. 30 años después de su inaguración se incendió, se volvió a abrir en 1878, y sería nuevamente destruido tras los bombardeos de 1945.

Este edificio neorenacentista ha escuchado a Richard Strauss, Carl María von Weber y Richard Wagner. ¡Lo que me acordé de ustedes Yoli y Missafrutío!
Semperoper.
Y por último, el Zwinger. Es uno de tantos emblemas de la ciudad. Obra barroca construida entre el arquitecto Pöppelmann y el escultor Balthasar Permoser.

Según la wiki, que ya a estas horas no atino.... el palacio fue edificado en el lugar que antiguamente ocupó una fortaleza, y de ahí su nombre, ya que la palabra Zwinger se utilizaba para denominar el muro exterior circular que formaba parte de las fortalezas. Construido inicialmente como invernáculo de naranjos, la construcción sola sirvió como lugar de grandes fiestas. 

En la actualidad acoge museos de arte y ciencia. Entre ellas está la exposición permanente de Rafael con la Madonna Sixtina, que es esta:
La Madonna Sixtina, Rafael.
Para que se hagan una idea de cuan grande es el Zwinger.

Fin. "Descansen en paz" de tanto leer ;)

3 comentarios:

  1. Muy bonito y muuuchooo meneo q tiene Dresden, me parece preciosa solomde verla en las fotos, en persona tiene que ser espectacular

    Lastima las dos horas de retraso del tren, tendrás q volver ;-)

    Kss

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  2. Yo me he quedao loca con que usaste la wikipedia solo al final y pq ya era tarde y estabas cansada... jajaja! Preciosa la ciudad e impresionante la historia... "me gusta" jeje! Un besote!

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  3. Sorry del retraso, tu hermana me dejo K.O técnico, espero que Daniela no me termine de matar ;)

    A ver si me voy poniendo al día!!!

    Muy bonita sí. Mucha historia, mucho que ver, y muchas terracitas que disfrutar y que pena de esas dos horas no pudimos gozar!

    jajaja!! Sí tía, es que como me ponga a investigar x internet, a leerme la guía... ¡me da la amanecida!

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